


28/9/2006 19:52
Estos deseos llevaron a los arquitectos románicos a construir la iglesia de San Martin Obispo con grandes muros macizos de piedra que pudieran soportar los enormes pesos de las bóvedas. Los vanos, aunque deseados por el simbolismo de la luz, se construyeron muy estrechos, pues suponían frecuentemente menoscabo de a resistencia de los muros. Como consecuencia secundaria, el interior del templo se envolvería en una tamizada luz que invita al recogimiento, iluminando justamente el altar y la zona orientada al oriente de la nave.
El templo decidió abovedarse para dar mayor relevancia simbólica a la iglesia y para evitar los incendios que los techos de madera sufrían con cierta frecuencia durante el s.XIII.
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Autor | Hilo |
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